Para hacer una cobertura de chocolate casi instantánea y sin ensuciar
nada, se pone una bolsa de perlitas de chocolate en un bol de agua muy
caliente. Cada dos minutos, saca la bolsa y estrujarlo para ayudarle al
chocolate a fundirse. Una vez esté fundido todo, se realiza un corte en
la esquina de la bolsa y se apreta la bolsa para que salga el chocolate
directamente encima de la tarta. Se termina de extender con ayuda de un
cuchillo ancho y se pone en la nevera para que se endurecza un poco la
cobertura.