- Disolver la levadura prensada y desmigada en agua templada y una pequeña cantidad de harina (en proporción 1/10).
- Dejar reposar en un lugar templado para que se produzca la fermentación y la masa aumente de volumen.
- Mezclar el resto de los ingredientes en un bol y trabajar hasta obtener una mezcla homogénea
- Poner esta última masa en el centro de una superficie de trabajo lisa y amplia y mezclarla con la masa -levadura ya fermentada.
- Amasar ambas y golpear la masa contra la superficie de trabajo hasta para que se vuelva elástica. Hacer movimientos giratorios y doblando la masa sin parar.
- Levantar la "bola" y arrojarla contra la superficie de trabajo para que tome aire y se vuelva lisa. No debe adherirse a las manos. ESTARÁ EN SU PUNTO CUANDO AL PRESIONARLA CON EL DEDO LA HUELLA DEL DEDO SE RECUPERE CON FACILIDAD.
- Colocar la masa trabajada en un bol. Hacer una cruz en la parte superior y tapar con un plástico bien pegado la bol y luego cubrir con un paño de lana.
- Dejar fermentar hasta que la masa duplique su tamaño y SE DESDIBUJE LA CRUZ.
- Romper la masa golpeándola con los nudillos para que pierda aire y recupere su tamaño.
- Dar forma a los panes y ponerlos en una placa pastelera enharinada. Cubrir con un paño y una manta de lana.
- Dejar reposar hasta que dupliquen o tripliquen su volumen. Tras esto ya están preparados para cocer la horno.
Horneado de pan:
- Seguir la temperatura exacta que indique la receta de pan. Generalmente oscilará entre los 195º y los 230º. El calor debe ser uniforme en todo el horno. Asi que si el horno dispone de "turbo" debe ponerse en marcha para asegurar un horneado uniforme.
- Humedecer el horno con un vaporizador para que tengamos el grado de humedad que necesita el pan al principio. Cuando salga vapor por las juntas de la puerta se mete el pan.
- No abrir la puerta del horno durante los primeros 20 minutos de cocción. Así evitaremos que se frene la subida y el pan quede apelmazado.